Posdata: me quiero
«Quererse a uno mismo puede parecer una tarea fácil, pero en realidad no lo es.»

Uno de los problemas de que no sepamos querernos es que nadie nos ha enseñado a ello; debemos ser nosotros mismos los que tenemos la obligación de convertirnos en «buscadores» de nuestro propio AMOR, para así construir nuestra propia felicidad desde nuestro interior.
Pero, ¿cómo lo hago?, ¿cómo sé si de verdad me estoy queriendo?, ¿por dónde empiezo?
Una de las formas más fáciles es dividir esta tarea tan importante de «QUERERME» en 4 pilares y hacerme luego preguntas y listas de tareas:
1- El cuerpo físico

El cuerpo es el vehículo que te lleva por la vida y es por ello que hay que cuidarlo en gran medida. El descanso, la alimentación, el autocuidado y el autoconcepto de tu cuerpo marcará el éxito de este pilar tan importante.
Preguntas como las siguientes nos ayudarán a saber si te quieres en este punto y generará que encuentres tareas que hacer para quererte más:
¿Acepto todo mi cuerpo?, ¿me he dado cuenta ya de que cada parte de él tiene una función maravillosa?, ¿cuál es mi propio canon de belleza?, ¿qué puedo cambiar para llegar a mi objetivo y qué no puedo cambiar y tengo que aceptar y agradecer?, ¿me he dado cuenta ya de que soy único y perfecto tal y como soy?, ¿hago deporte, descanso y me alimento bien?, ¿cómo puedo cuidar y querer más a mi cuerpo?, ¿estoy conectado con él?
Después de hacernos esta batería de preguntas, nos haríamos 2 últimas: del 1 al 10, ¿cuanto quiero a mi cuerpo? ¿Qué tareas puedo hacer que dependan de mi para llegar al 10?
2- La mente intelectual

La mente intelectual es el órgano que almacena toda tu formación y lo que has aprendido. Desarrollarla, alimentarla y nutrir tu SER con información útil y mejor, es la forma de ir reconfigurando y crear una nueva red neuronal.
Poco a poco, si mejoras tus conocimientos, cambiarán tus pensamientos, luego cambiarán tus emociones, a continuación tus acciones y por último tus resultados. Este proceso es lento y costoso pero funciona.
Preguntas como ¿qué podría aprender o reflexionar de los temas en los que tengo problemas? ¿qué sueños tengo y de qué/quién/cómo podría aprender? ¿me esfuerzo en aprender cosas nuevas? ¿cuanto de curioso soy? ¿busco soluciones o me centro en los problemas? ¿qué temas me gustan? ¿en cuáles me gustaría profundizar?
Después de hacernos estas preguntas, nos haríamos las 2 últimas: del 1 al 10, ¿cuanto quiero a mi mente intelectual? ¿Qué tareas puedo hacer que dependan de mi para llegar al 10?
3- Las gestión emocional
Las investigaciones han confirmado que la inteligencia emocional sirve para:
- Mejorar el conocimiento de uno mismo y de sus emociones
- Tomar decisiones más coherentes
- Mejorar el rendimiento en el trabajo y la productividad
- Disminuir y proteger contra el estrés, ansiedad y la depresión
- Ayudar las relaciones interpersonales y la empatía
- Aumentar el desarrollo personal
- Mejorar la capacidad de influencia y liderazgo
- Favorecer el bienestar psicológico
- Incrementar la motivación para alcanzar las metas
- Dormir mejor

La gestión emocional consiste en el conocimiento y la regulación emocional propia y el conocimiento de las emociones de los demás.
Preguntas como ¿soy consciente de mis emociones? ¿las expreso adecuadamente? ¿me hace feliz pensar de esta forma este tema? ¿qué manera de pensar me haría feliz y me llevaría a mi objetivo? ¿acepto como soy y mis errores? ¿me digo palabras bonitas o me castigo? ¿tengo voluntad para reconocer mis emociones y dominarlas? ¿me retiro a tiempo en los conflictos que no me llevan a ninguna parte? ¿interpreto y encajo bien las críticas? ¿escucho activamente y me comunico eficientemente? ¿me concentro en el aquí y el ahora o estoy en el pasado y en futuro?
Después de hacernos estas preguntas, nos haríamos las 2 últimas: del 1 al 10, ¿cuanto gestiono bien mis emociones y las de los demás? ¿Qué tareas puedo hacer que dependan de mi para llegar al 10?
4- La vida espiritual y el propósito de nuestra existencia
La espiritualidad está estrechamente relacionada con el crecimiento y la evolución. El primer paso es creer y sentir nuestra conexión con una «fuente universal» de vida, la cual puede transmitirnos una sensación de paz, confianza, apoyo y autorealización. Encontrar nuestra verdadera naturaleza, tomar conciencia de nuestra alma y alcanzar la unión con nuestra esencia sería el segundo paso.
Luego vienen afirmaciones muy potentes como:
- Nadie llega a nuestra vida por casualidad.
- Nada de lo que ha sucedido en nuestra vida podría haber sido de forma distinta.
- Todo lo nuevo que pasa en nuestra vida aparece porque nosotros lo atraemos y estamos preparados para ello.
- Cuando algo termina es porque tenía que terminar.
- Cuanto más das más recibes.
Preguntas como ¿cuál es el propósito de mi vida? ¿cuándo soy feliz de verdad? ¿intento controlarlo todo? ¿fluyo con la vida? ¿soy consciente que todo lo que me ha pasado es perfecto para mi crecimiento y evolución? ¿soy consciente que todo cambia y va a cambiar? ¿qué quiero atraer en la vida? ¿qué estoy dispuesto a dar a los demás?
Después de hacernos estas preguntas, nos haríamos las 2 últimas: del 1 al 10, ¿cuánto de vida espiritual tengo? ¿Qué tareas puedo hacer que dependan de mi para llegar al 10?
Y ya por último, una vez realizados los 4 pilares, sería momento de hacernos la última pregunta:
Del 1 al 10… ¿Cuánto me quiero?
Conscientes de que llegar al 10 es una utopía y buscar la perfección genera frustración y estrés, marcarnos un camino de mejora puede servir para ser mucho más felices y tener más amor dentro de nosotros.
Edu Muñoz (Coaching en Valencia)


