Seguramente no te conozca, pero sé que lo tienes.
Tienes talento. Seguramente no te conozca, pero sé que lo tienes. Y si yo lo sé, tú deberías saberlo ya. Créeme, que de esto algo sé. Te lo dice un Coach, que un día se conectó con su talento y ha apoyado ya a decenas de personas a sacar el suyo de muchas formas distintas.

A qué esperas. Igual no te has dado cuenta, pero esta vida es muy corta. Igual no te has parado a pensar, que ya estamos en tiempo de descuento. Que un día, pasa algo y te vas.
Tienes talento. Esa capacidad de provocar algo en los demás. Si eres un líder, capacidad de hacer que te sigan. Si eres un artista, capacidad de conmover, de emocionar. Si eres un contable, capacidad de que todo encaje, de cuadrar. Si eres un maestro, capacidad de enseñar, de inspirar.
A qué esperas. No me digas que vendrán tiempos mejores. El mejor momento para hacer las cosas es ahora porque es el único momento que realmente tienes. Solo existe el aquí, el ahora.
Tienes talento. Es hora de enfrentar de una vez tu miedo. Cada segundo que pasa es tener menos probabilidad de triunfar, de tener éxito. Nadie va a venir a buscarte. Esperar para qué, hasta cuándo, hasta quién.
A qué esperas. Si no aprovechas tu talento, lo aprovecharán otros. Menudo desperdicio. Si no consigues que te persigan, te adelantarán. La inmediatez es el nuevo estado de las cosas. La experiencia ya no es un grado, sino una cuenta atrás, la vida ocurre en directo. Lo que llega tarde ya nadie lo escucha, ya ha pasado, ya no está.
Tienes talento. Ese don, ese no sé qué, esa facilidad. Escondido entre tus miedos al qué dirán. Aquello que nunca llamarías trabajo. Aquello de lo que jamás te querrías jubilar.
A qué esperas. La espontaneidad es lo único creíble, lo único real. Fíate sólo de lo que ocurra de forma espontánea y natural, de la gente que siempre dice lo que piensa, aquella que no se para demasiado a pensar. Esa gente que va de frente por la vida, que no necesita cuentos para triunfar. Si me quieres así, me adorarás. Y si no, eso es que nunca me has querido, ni me querrás.
A qué esperas. Te ruego que esto no lo leas como una amenaza sino como un subidón vital: DEPENDES DE TI MISMO PARA TRIUNFAR.

Tienes talento. Y está ahí, entre lo que te gusta, lo que se te da bien y lo que necesitan los demás. En algún lugar, en algún momento, existirá un grupo de personas dispuestas por ello a pagar. Una vida sin trabajo ni obligaciones te está esperando si aciertas con aquello a lo que te quieres dedicar.
A qué esperas. Y si eres consciente que tienes bloqueos o emociones que te hacen parar, ¿a qué esperas para pedir apoyo a un Coach para arrancar?
No sé a qué esperas, pero tu talento te espera. A qué esperas.
Edu Muñoz (Coaching en Valencia)


