Y justo cuando llega el amor nos volvemos locos!!
Es increíble como las personas nos volvemos locas cuando «por fin» encontramos ese amor que tanto llevamos buscando. Ese amor que nos atrae física e intelectualmente, nos acepta, nos quiere y no intenta cambiarnos.
Entonces entonamos el «he encontrado a la mujer o al hombre de mi vida» y no nos damos cuenta que el único hombre o mujer de nuestra vida somos nosotros mismos. Es surrealista, pero hemos creado una locura colectiva en la cual para ser felices necesitamos al otro.
Curioso, justo en ese momento dejas de amar de verdad porque nuestra felicidad no depende de ningún acontecimiento externo. Justo ahí, cuando piensas que por fin tienes lo que tanto deseabas para ser feliz, nos entra un gran miedo al abandono, a la pérdida, a que se vaya, a que se acabe, a que no te quiera lo que tú la quieres, a que tenga su espacio personal… y entonces dejamos de amar para pasar a depender.
Me gustaría que analizáramos nuestras motivaciones a un nivel más profundo y cómo, en muchos casos, si hay miedo no puede haber amor; porque el amor puro y el miedo no pueden coexistir.
Como tienes miedo, tratas de controlar a tu pareja, de cambiarla, de demandarle más tiempo a tu lado, de hacer cosas por ella, de satisfacerla, de proponerle planes, de hacer todo lo posible por perpetuar la relación, y cuando entramos en esa dinámica entramos en la carencia, en el vacío existencial, dejamos nuestro poder en manos de circunstancias externas, estamos vibrando en el miedo, y el espejo de nuestra vida nos devuelve el desamor.
Y es que cuando dejamos de amar de verdad y se nos apodera el miedo, lo único que conseguimos es que nuestra pareja se aleje.
Solo hay una multitud de factores para que no nos ocurra esto: amarnos a nosotros mismos siempre primero, responsabilizarnos de nuestra propia felicidad, no buscar ni necesitar a una pareja para ser feliz, conectarnos con nuestra esencia y nuestro propósito de vida, aprender a amar y no perdernos nunca en este juego tan caprichoso y romántico del amor.
Aunque nunca me cansaré de decir que lo hacemos lo mejor que podemos con el nivel de consciencia y conocimiento que tenemos, también es cierto que somos responsables del como nos amamos a nosotros mismos y a los demás. Qué bonito sería que nos comprometiéramos a aprender a amar.
Todo es perfecto para sanarte y abrirte a un infinito mundo de posibilidades. La vida es pura belleza. Te reencontrarás plenamente cuando dejes de pensar que necesitas algo fuera. Cuando dejes de buscar, cuando estés plenamente en tu centro. Cuando encuentres tu propio AMOR.
Hasta pronto.
Edu Muñoz (Coaching en Valencia)